Que tonta por creerte, tonta por cada día perdonarte una vez mas.
Tonta, por hablarte, quererte, mirarte y sonreírte...
Tonta por llorar, por protegerte, tonta por no poderte olvidar, es una y otra vez y nunca aprendo la lección.
Aquel espejo de mi habitación que cada día veía una sonrisa y alegría, ahora está cansado de ver lágrimas...
Mi corazón es tan tan tonto que no aprende, lo pisotean y lo dejan destrozado, pero él sigue entregándose sin pensar en las consecuencias.
Ojalá que algún día aprenda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario