UN PAÍS DONDE SER FELIZ CONSISTE SIMPLEMENTE EN SER FELIZ.
jueves, 19 de mayo de 2011
No lo tenía.
No tenía miedo. En absoluto. El miedo me era extraño, y si su nombre me venía a la mente era sólo porque había temido su aparición hasta el punto de obsesionarme con él esos últimos días. No quería que surgiese y me contuviese, que lo estropeara todo.
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