Te levantas y no sabes con qué pie, si con el derecho o con el izquierdo. No es un buen día, pero tampoco es exageradamente malo. En definitiva, te habrás levantado con las dos a la vez.
Todo a tu alrededor suena raro. Te enfadas fácilmente, te cuesta mirar hacia delante y sientes que estás perdiendo algo, pero no sabes qué. Dentro de ti, sientes que falta algo o que se desvanece, incomodidad, tristeza, sin ganas de seguir, aunque sabes que pasará... que todo volverá a ser como antes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario